Como toda joven, Camila asistía a la escuela secundaria, era muy linda, aplicada y con buenas calificaciones, pero era víctima de los maltratos de Esmeralda, una chica prepotente, apática y muy buscona de pleitos y problemas.
Era tanto lo que Esmeralda sometía a las muchachas del colegio pero le molestaba más lo linda que era Camila, sus buenas calificaciones, pero sobre todo la aceptación que tenía con los maestros y las demás personas. Esmeralda comenzó a maltratar a Camila cada vez que la miraba en los pasillos, baños, campo de ejercicios y la tenía amenazada que si la denunciaba la golpisa sería mayor.
Camila se sentía hundida en una tristeza y depresión tan grande que no sabía que hacer, intentó hablar con su madre, se sentó frente a ella a verla fijamente sin poder balbucear lo que le pasaba, su madre no le hizo caso porque estaba muy ocupada y debía hacer almuerzo para sus hermanos y su padre. En el colegio no podía decirle a nadie lo que aguantaba, en su casa no le hacían caso.
Un día se encerró en su habitación, se acostó sobre su cama ahogada en llanto y viendo al techo, en eso un pensamiento la sacó de la cama muy rápido, partió en dos su sábana, la colgó de la viga más gruesa de su cuarto, acercó su silla de escritorio, se colgó del cuello, y ahí terminó su sufrimiento.
A tí como padre/madre te pregunto... vas a esperar que tu hijo/hija tenga el final de Camila?. Ella era víctima de la actual moda del momento... El Bullyng, que somete a sus víctimas a decisiones fatales como las que ella tomó, Este tipo de acoso escolar es difícil de identificar porque las víctimas no lo avisan, es por ello que debes detectarlo en la conducta de tus hijos, en sus calificaciones, en su ánimo de ir a la escuela, debes estar alerta, sé más amigo/a de tus hijos por favor, dales el tiempo que necesitan de tí antes que sea demasiado tarde...
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